La
menopausia es un proceso fisiológico que acontece en la vida de la
mujer y por el cual deja de tener definitivamente la menstruación. Este
cambio se produce cuando la mujer deja de tener el periodo menstrual por
12 meses consecutivos y normalmente tiene lugar aproximadamente a los
50 años. Este proceso tiene como base unos cambios hormonales que tendrán como consecuencia una serie de manifestaciones en el área de la salud general y también a nivel oral.
Durante la menopausia, la mujer sufre un importante descenso de estrógenos y progesterona; en cambio, se produce una formación de andrógenos (testosterona y androstendiona). En general se considera como hecho principal la caída de los estrógenos, por lo que todas las alteraciones hormonales y manifestaciones clínicas secundarias se derivan principalmente de este hecho. El síntoma más frecuente de la mujer menopáusica son los sofocos, cuya frecuencia alcanzan del 50% al 85% de las mujeres afectadas. Puede observarse también la aparición de la osteoporosis (pérdida de masa ósea), de crisis hipertensivas y de alteraciones urológicas y psicológicas, entre otras. Sin embargo, no son solo síntomas a nivel general los que se producen en la mujer menopáusica, sino que también aparecen a nivel oral.
Manifestaciones a nivel bucal
A nivel de la mucosa oral, podemos encontrar numerosas afecciones que surgen reiteradamente. Las más frecuentes son:
- El síndrome de la boca ardiente. Se caracteriza por un ardor intenso y sensación de quemazón que afecta a la mucosa oral de revestimiento y principalmente a la lengua; afecta con mayor prevalencia a mujeres, que refieren cambios en el gusto, en el aliento, sequedad de la boca, dificultad para tragar, ardor y dolor facial o dental.
- Xerostomía: síntoma frecuente sobre todo en las mujeres posmenopáusicas que se caracteriza por tener la sensación de sequedad en la boca por el mal funcionamiento de las glándulas salivales. El síndrome de Sjögren es un trastorno autoinmunitario que también afecta a las glándulas que producen la saliva y las lágrimas, causando sequedad en la boca y en los ojos.
- También se ha detectado un aumento en la frecuencia de ciertas afecciones mucosas como el liquen plano (enfermedad inflamatoria de la cavidad oral).
- Problemas periodontales: aquellos relacionados con las encías.
Atención odontológica en la paciente menopáusica
En primer lugar, el profesional tiene que revisar con frecuencia el historial clínico de la paciente, tanto en la vertiente médica (alergias, consumo de fármacos...) como odontológica (exploración de la mucosa, estado dentario y periodontal, y la cantidad y calidad del flujo salival).
Otro aspecto básico en las mujeres menopáusicas es una correcta prevención para intentar mantener los niveles de placa bajos, evitando futuras infecciones odontológicas. Para ello es fundamental el control mecánico de la placa, es decir, realizar una buena limpieza de los dientes complementada con el uso de un antiséptico, como por ejemplo la clorhexidina. Este es el agente antiséptico más eficaz para combatir los microorganismos orales. Para el control de la caries, se recomienda el uso de fluoruros vehiculizados en pastas dentífricas, geles, barnices o comprimidos. Para el tratamiento de la xerostomía se pueden emplear estimulantes salivales o, en caso extremo, sustitutos salivales. Con respecto al tratamiento quirúrgico oral, se debe considerar primordialmente el estado de salud general de la paciente, aunque la menopausia no debe ser un impedimento para tratamientos más avanzados. En estos casos, cabe realizar un control periódicamente de la cavidad bucal, sobre todo en caso de implantes.
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