sábado, 15 de diciembre de 2012

Mejor calidad de vida con prótesis dentales cuidadas




Reducir el número de personas sin dientes es uno de los objetivos mundiales de la Organización Mundial de la Salud para el año 2020. La pérdida total de la dentadura está relacionada con las condiciones sanitarias y con los hábitos culturales, factores que están mejorando con el tiempo. Este hecho se ve reflejado en el índice de personas sin dientes con más de 65 años, que en España ya se situaba en el 22% en 2005.
Para restaurar una o varias piezas dentarias ausentes puede colocarse en su lugar una prótesis, que ayuda a devolver funciones tan cotidianas como la masticación, la deglución, la fonética y la estética. Las prótesis pueden ser parciales o totales, y la capacidad de adaptación a ellas es variable. Una vez integrada con éxito, la implantación de este elemento artificial puede ocasionar molestias, así como dificultades a la hora de comer.

                                                                      Problemas con solución

La menor fuerza de masticación, sobre todo con alimentos duros, puede generar insatisfacción, modificar el placer del acto de comer, y acarrear problemas nutricionales que afecten a la salud general, siendo las personas de edad avanzada especialmente susceptibles a ello. Uno de los inconvenientes que presentan las prótesis si no están correctamente ajustadas es que pueden quedar atrapados restos alimenticios entre éstas y la encía. Ello genera incomodidad a la vez que favorece el crecimiento de bacterias que pueden causar mal aliento.

Para que esto no suceda, la persona debe llevar a cabo unos hábitos de higiene oral rigurosos:
  • Lavar y masajear la mucosa cubierta por la prótesis dos veces al día, usando un cepillo dental con filamentos muy suaves o aterciopelados para masajear el reborde edéntulo.
  • Eliminar el biofilm oral (placa bacteriana) y las tinciones procedentes del té, café, tabaco, etc. sumergiendo la prótesis en comprimidos limpiadores específicos para la limpieza de estas.
  • Limpiar el dorso de la lengua con un limpiador lingual.
Una de las funciones de las prótesis dentales es devolver la estética perdida a aquellos que la usan. La satisfacción que proporciona da seguridad y mejora la autoestima. Teniendo en cuenta la existencia de adhesivos dentales eficaces que evitan que la dentadura se mueva y roce la encía, la rehabilitación protésica ayuda a mejorar la calidad de vida.

LA PERIIMPLANTITIS, LA AMENAZA IMPLANTOLOGICA


Tener una deficiente salud periodontal puede reducir la eficacia de la colocación de implantes dentales y acortar sustancialmente su vida media. Pero, además de garantizar una correcta salud bucodental previa, la utilidad de los implantes puede verse amenazada por la aparición de infecciones posteriores que afectan a los tejidos periimplantarios.
Las enfermedades periimplantarias, con la mucositis y la periimplantitis al frente, se han convertido en un reto para odontólogos (actualmente se calcula que al menos 1 de cada 4 personas con implantes dentales podría sufrir periimplantitis): no solamente amenazan la salud bucodental de los pacientes que cuentan con implantes dentales, sino que también limitan el éxito de posibles terapias periodontales futuras que puedan requerir estas personas.
En los últimos años se han llevado a cabo importantes progresos para mejorar la prevención de las periimplantitis. Y también se está progresando en la identificación de factores de riesgo, la mala higiene bucodental, el tabaco y tener una historia previa de periodontitis son los principales factores de riesgo para sufrir una periimplantitis.
Están apareciendo cada vez más productos e instrumentos de
higiene oral que facilitan el control de la placa bacteriana por parte del paciente y, para ello, resulta esencial el empleo de cepillos especiales que permitan el acceso a las prótesis y la mejoría del control mecánico.

Prevención
El abordaje preventivo que más se va a desarrollar en el futuro es el control químico; sin duda, el uso de un control químico del biofilm en pacientes con implantes es fundamental. Se están investigando moléculas y formatos de productos que permiten llegar a esas zonas donde no se accede fácilmente con las técnicas habituales, como el Cloruro de cetilpiridinio en formato gel.
Con todo, el ámbito de investigación más sugerente y prometedor radica en la búsqueda de un tratamiento regenerativo eficaz. La mayoría de las investigaciones y novedades se centran en técnicas encaminadas a regenerar el hueso perdido y a facilitar que la superficie del implante se vuelva a reosteointegrar. Ante un implante con periimplantitis, el objetivo ideal debe ser regenerar el hueso destruido y, además, que se vuelva a conseguir la osteintegración a la superficie del implante. El problema es que actualmente no hay ninguna técnica predecible y los porcentajes de regeneración y reosteointegración que se obtienen son muy variables.