sábado, 15 de diciembre de 2012

LA PERIIMPLANTITIS, LA AMENAZA IMPLANTOLOGICA


Tener una deficiente salud periodontal puede reducir la eficacia de la colocación de implantes dentales y acortar sustancialmente su vida media. Pero, además de garantizar una correcta salud bucodental previa, la utilidad de los implantes puede verse amenazada por la aparición de infecciones posteriores que afectan a los tejidos periimplantarios.
Las enfermedades periimplantarias, con la mucositis y la periimplantitis al frente, se han convertido en un reto para odontólogos (actualmente se calcula que al menos 1 de cada 4 personas con implantes dentales podría sufrir periimplantitis): no solamente amenazan la salud bucodental de los pacientes que cuentan con implantes dentales, sino que también limitan el éxito de posibles terapias periodontales futuras que puedan requerir estas personas.
En los últimos años se han llevado a cabo importantes progresos para mejorar la prevención de las periimplantitis. Y también se está progresando en la identificación de factores de riesgo, la mala higiene bucodental, el tabaco y tener una historia previa de periodontitis son los principales factores de riesgo para sufrir una periimplantitis.
Están apareciendo cada vez más productos e instrumentos de
higiene oral que facilitan el control de la placa bacteriana por parte del paciente y, para ello, resulta esencial el empleo de cepillos especiales que permitan el acceso a las prótesis y la mejoría del control mecánico.

Prevención
El abordaje preventivo que más se va a desarrollar en el futuro es el control químico; sin duda, el uso de un control químico del biofilm en pacientes con implantes es fundamental. Se están investigando moléculas y formatos de productos que permiten llegar a esas zonas donde no se accede fácilmente con las técnicas habituales, como el Cloruro de cetilpiridinio en formato gel.
Con todo, el ámbito de investigación más sugerente y prometedor radica en la búsqueda de un tratamiento regenerativo eficaz. La mayoría de las investigaciones y novedades se centran en técnicas encaminadas a regenerar el hueso perdido y a facilitar que la superficie del implante se vuelva a reosteointegrar. Ante un implante con periimplantitis, el objetivo ideal debe ser regenerar el hueso destruido y, además, que se vuelva a conseguir la osteintegración a la superficie del implante. El problema es que actualmente no hay ninguna técnica predecible y los porcentajes de regeneración y reosteointegración que se obtienen son muy variables.

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