Los avances tecnológicos han permitido la aparición de los
implantes dentales,
que nos dan, lo que podríamos llamar, la primera alternativa real a la
tradicional dentadura postiza, permitiéndonos un reemplazo idóneo a
aquellas piezas dentales perdidas, tanto si lo que hemos perdido es una
sola pieza o hasta la dentadura completa.
El
implante dental
es un pequeño tornillo hecho
de Titanio, que se introduce en el hueso de nuestro hueso maxilar
superior o inferior. El Titanio es un material muy especial que no
provoca un rechazo de parte de nuestro organismo, permitiéndose un
sólido proceso de integración en nuestros huesos de forma natural.
Los implantes dentales pueden ser de diferentes tamaños y formas, puesto que varían en dependencia de la pieza faltante del paciente.
Pero
todos llevan la funcionalidad de sustituir la antigua raíz del diente,
sirviendo ésta de base o soporte a una nueva corona artificial.
Para proceder con la colocación del
implante dental,
es necesario la realización de una pequeña cirugía en la zona donde
hace falta el diente, ésta cirugía no es complicada, más bien es simple,
rápida (1hr aprox), con anestesia local y lo mejor de todo,
con un alto grado de efectividad.
Posteriormente a la cirugía
debemos esperar un tiempo prudencial: de tres a seis meses, para poder
continuar con el proceso del implante dental. Durante este tiempo,
nuestros huesos y la prótesis de Titanio se soldarán formando una sólida
unión a través del proceso llamado Oseo-Integración. Este proceso de
espera, es necesario para que el implante se integre firmemente con los
huesos maxilares.
Pasado este tiempo, llegamos a la fase en que
nos colocan sobre el soporte de Titanio, la corona, que es especialmente
diseñada por el odontólogo, a nuestra medida. La corona, es una
pieza de metal-cerámica que se trabaja bajo la idea de que tenga la
misma forma y color que los otros dientes de nuestra boca, para que
aparente ser un diente natural.
Podemos
hablar mucho de las múltiples ventajas que nos aportan los implantes
dentales, pero sin duda, las más relevantes serán el tener una pieza
dental fija, que sea parecido a todos los dientes y que es para toda la
vida.
Al contrario de los dientes postizos, los implantes nos
facilitan el proceso de masticación de todo tipo de alimentos,
igualmente con los implantes, no se afectan las otras piezas dentales
tallándolas y fijándolas con las piezas dentales existentes. En muchos
casos los implantes suelen servir de base o soporte de las dentaduras
postizas tradicionales.
El uso de los implantes dentales
es muy diverso, y resolverán todo tipo de situaciones incómodas o
molestas, de salud o de estética, que nos pueda causar el que nos haga
falta una varias o todas nuestras piezas dentales.
Al final de
todo, siempre estaremos muy felices de poder haber resuelto nuestro
problema dental, y podremos regresar a nuestra vida normal, con una
hermosa sonrisa abierta al mundo.