La obesidad es un importante problema de salud que
está en constante aumento en todo el mundo. El peso de cada individuo
del cuerpo es el resultado de una combinación de factores genéticos,
metabólicos, conductuales, las influencias ambientales así como de
factores culturales y socioeconómicos.
La obesidad aumenta el riesgo de una persona para el desarrollo de
muchas enfermedades, incluyendo la presión arterial alta, diabetes tipo
II, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Más allá de estos
problemas de salud, las personas con sobrepeso tienen una carga
psicológica derivada del estigma social de tener sobrepeso.
Los niños
obesos también tienen una fuerte predisposición para convertirse en
adultos obesos, con una mayor probabilidad de desarrollar una serie de
graves enfermedades crónicas, incluyendo diabetes, enfermedades
cardiovasculares, y al final, una vida más corta.
Los investigadores de la Case Western Reserve University han
demostrado que la prevalencia de la enfermedad periodontal en individuos
obesos de entre 18 y 34 es 76% mayor que en los individuos de peso
normal en la misma franja de edad. Las personas que tienen un índice de
masa de alta producción de citoquinas que conducen a la inflamación
sistémica y resistencia a la insulina. La estimulación crónica y
secreción de citocinas proinflamatorias asociadas con la infección
periodontal también se producen, lo que contribuye a la resistencia a la
insulina, lo cual puede predisponer al paciente a la diabetes mellitus.
Si la asociación entre la obesidad y la periodontitis
es causal, una alimentación sana y una actividad física adecuada puede
ayudar a prevenir o disminuir la progresión de la periodontitis.
Por lo tanto, el cuidado dental puede tener un serio impacto en los
resultados del tratamiento y es necesario informar a los pacientes que
están en riesgo de la necesidad de la pérdida de peso y la realización
de actividad física.